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El esplendor de los atolones
Un crucero por las Seychelles te descubrirá 115 islas que llevan habitadas de forma permanente solo 200 años. Situadas en mitad del Océano Índico y a 500 millas de la costa más cercana, sorprenden por la llamativa diversidad ambiental y cultural que consiguen regalar al viajero.
Las islas externas son atolones de coral con inmensas playas de arena blanquísima , que emergen de unas aguas cuyo color cambia desde el celeste hasta el turquesa.
Llegar a las Seychelles con un Crucero MSC Grand Voyages significa entrar en un manual de ciencias naturales. No es casualidad si el 50% de su territorio es parque natural o reserva natural .
Hay dos lugares Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: Aldabra , el mayor atolón de coral emergido del mundo , donde podrás ver la semilla más grande del planeta, el coco de mar; y el Valle de Mai en Praslin , un paraíso en la Tierra .
En estas islas también encontrarás los únicos ocho ejemplares del mundo del árbol medusa, pero también el papagayo negro o el ruiseñor de las Seychelles, la rana más pequeña del planeta y la tortuga gigante más pesada del mundo.
Y si todas estas maravillas de la naturaleza te parecen demasiadas, siempre puedes hacer una pausa y relajarte en las playas blancas y las cálidas aguas de una de las infinitas bahías de este archipiélago.