Un lugar que enamora a sus visitantes
La Polinesia Francesa, ubicada en el océano Pacífico, se compone de cinco archipiélagos bajo el control del Gobierno de Francia: las Islas Marquesas, Tuamotu, Gambier, Australes y de la Sociedad.
Un paraíso terrenal con playas de arena blanca, verdes colinas y aguas azul celeste. No es de extrañar que los exploradores europeos Louis-Antoine Bougainville y James Cook, que fueron los primeros en llegar, se enamorasen de este lugar y volviesen al Viejo Continente hablando de su belleza.
Tal belleza llegó a oídos incluso de escritores de renombre como Herman Melville y Robert Louis Stevenson, así como del pintor Paul Gauguin. Este último, tras su estancia en Polinesia, nos dejó magníficas pinturas que inmortalizan momentos de la vida en este mundo de aspecto encantado.
La capital, Papeeté, se encuentra en la isla de Tahití: no te pierdas el mercado cubierto. El edificio, de estilo colonial, encarna los colores y aromas de Polinesia: frutas exóticas y flores de colores. Pero eso no es todo lo que vas a poder encontrar en el mercado: también vas a poder comprar productos de artesanía local tales como joyas, sarongs (pareos) o sombreros de paja fabricados por las vahine, las mujeres autóctonas de la Polinesia con largos cabellos negros y guirnaldas de flores.