Ilha Grande

Jungla montañosa y ruinas históricas
En la cima del Bico do Papagaio
Lindas excursiones por senderos naturales

Buscá cruceros por Sudamérica

Ilha Grande/Angra dos Reis

El punto de partida perfecto para explorar la jungla

Al llegar al blanqueado y bajo puerto colonial de Vila do Abraão, en Ilha Grande, a bordo de tu barco MSC, vas a poder ver las escarpadas montañas junto al mar y, en la distancia, la curiosa cima del Bico do Papagaio («pico del papagayo»), con una altura de 980 m y situado a unas 3 horas de distancia.
Abraão en sí no ofrece demasiados lugares de interés, pero es una agradable base desde donde explorar el resto de la isla. Ilha Grande consta de 193 km2 de jungla montañosa, ruinas históricas y bonitas playas y es el lugar perfecto para admirar el espectacular paisaje tropical. La isla es un parque estatal y las autoridades lograron limitar el desarrollo y prohibir la entrada al parque con vehículos de motor.

Ilha Grande ofrece numerosas excursiones por senderos bien cuidados y bastante bien señalizados, aunque recomendamos tomar ciertas precauciones básicas: lleva suficiente agua contigo y no te olvides de ponerte protector solar y un repelente de insectos a intervalos regulares. Cuenta la leyenda que el pirata Jorge Grego navegaba rumbo al estrecho de Magallanes cuando la flota británica hundió su barco.

El pirata logró escapar junto con sus dos hijas a Ilha Grande, donde se convirtió en un exitoso granjero y comerciante. Sin embargo, un día, en un ataque de cólera, asesinó al amante de una de sus hijas y poco después una terrible tormenta destruyó todas sus granjas y casas. Jorge Grego pasó el resto de sus días errando por la isla, desconsolado, deteniéndose únicamente para enterrar su tesoro antes de morir.

Si queda algún tesoro hoy en día es la vida salvaje de la isla: loros, colibríes exóticos, mariposas y monos se esconden entre la densa vegetación.

Qué ver en Ilha Grande

Descubrí nuestras excursiones

    Sur de Brasil

    Más allá del Cristo Redentor
    Más allá del Cristo Redentor

    En el sureste de Brasil, las tres ciudades más grandes, São Paulo, Rio de Janeiro y Belo Horizonte, forman un triángulo en torno al cual se mueve la economía del país.
    Todas ellas merecen ser visitadas, pero lo que de verdad no te podés perder durante tu crucero por Brasil es Río, que es realmente tan bonita como se ve en las fotografías, y los maravillosos vestigios coloniales de Paraty que surgen entre Río y la exuberante São Paulo. Al norte de aquí, la ciudad de Belo Horizonte se encuentra en el corazón de Minas Gerais, donde las antiguas ciudades portuguesas de Ouro Preto, Tiradentes y Diamantina rebosan de historia colonial.

    El sur, el área comprendida entre los estados de Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul, presume de una de las mayores maravillas naturales de Sudamérica: las cataratas de Iguazú, a lo largo de la frontera con Argentina. Desde Curitiba, el espectacular Serra Verde Express serpentea hasta la costa, donde vas a poder relajarte en las playas de Isla de Mel o pasar de una playa a otra en los alrededores de Florianápolis.

    A pesar de su cercanía con la ciudad, los 400 km de costa de São Paulo están bastante descuidados respecto a la glamurosa Río. Al noreste, hacia la frontera con el estado de Río, el área se está desarrollando muy rápidamente pero sigue ofreciendo grandes contrastes que van desde una larga y amplia franja de dunas al límite de la llanura costera hasta pequeñas calas idílicas protegidas por un marco montañoso.