Más allá del Cristo Redentor
En el sureste de Brasil, las tres ciudades más grandes, São Paulo, Rio de Janeiro y Belo Horizonte, forman un triángulo en torno al cual se mueve la economía del país.
Todas ellas merecen ser visitadas, pero lo que de verdad no te podés perder durante tu crucero por Brasil es Río, que es realmente tan bonita como se ve en las fotografías, y los maravillosos vestigios coloniales de Paraty que surgen entre Río y la exuberante São Paulo. Al norte de aquí, la ciudad de Belo Horizonte se encuentra en el corazón de Minas Gerais, donde las antiguas ciudades portuguesas de Ouro Preto, Tiradentes y Diamantina rebosan de historia colonial.
El sur, el área comprendida entre los estados de Paraná, Santa Catarina y Río Grande do Sul, presume de una de las mayores maravillas naturales de Sudamérica: las cataratas de Iguazú, a lo largo de la frontera con Argentina. Desde Curitiba, el espectacular Serra Verde Express serpentea hasta la costa, donde vas a poder relajarte en las playas de Isla de Mel o pasar de una playa a otra en los alrededores de Florianápolis.
A pesar de su cercanía con la ciudad, los 400 km de costa de São Paulo están bastante descuidados respecto a la glamurosa Río. Al noreste, hacia la frontera con el estado de Río, el área se está desarrollando muy rápidamente pero sigue ofreciendo grandes contrastes que van desde una larga y amplia franja de dunas al límite de la llanura costera hasta pequeñas calas idílicas protegidas por un marco montañoso.