La suntuosidad de los tiempos pasados
Un crucero por Polonia te va a mostrar un país impregnado por la tradición y la historia, si bien durante los últimos veinte años vivió un desarrollo económico tan vertiginoso que hizo que empiece a parecerse cada vez más a los países de la Europa occidental.
Sin embargo, tras este llamativo cambio yace una cultura firmemente arraigada a sus raíces que se observa en la típica hospitalidad y los valores comunitarios orientales, mientras que el fascinante recuerdo de su pasado turbulento queda patente por doquier.
Unas vacaciones en Polonia también te van hacer descubrir una tierra de subestimada belleza natural, cuyos idílicos lagos, playas y montañas provocan un neto contraste con sus vivas ciudades principales.
Varsovia, la capital, es un híbrido fascinante. Su casco antiguo contrasta con los grises barrios periféricos de la época comunista, los modernos y relucientes barrios de oficinas y algunos pequeños pero enérgicos rincones de vibrante vida nocturna.
Cracovia, la antigua capital real del sur, es la ciudad que atrae a más multitudes, rivalizando en elegancia con Praga o Viena, mientras que, más cerca del Norte de Europa, Gdańsk ofrece una visión de la turbulenta historia de Polonia así como de la vida costera del Báltico.
Al oeste, Breslavia hechiza a sus visitantes con su imponente arquitectura y una animada vida universitaria, mientras que Poznań ofrece una mezcla entre atractivos históricos y diversión urbana, lo que es la quintaesencia de Polonia. Los Montes Tatras en la frontera con Eslovaquia ofrecen la oportunidad de realizar estimulantes rutas de senderismo y esquí a precios asequibles.